Sin haber ido a otro sitio previo, fuimos a DBlanc para ver si podiamos celebrar nuestra boda allí. Miquel y Olga con su estilo sencillo pero muy profesional nos convencieron enseguida de que era el sitio ideal y la misma semana dijimos que sí. Conforme se acercaban las fechas, nos entraba alguna que otra duda de si todo va a salir bien. Suponemos que es lo normal antes de una celebración así. Todas esas dudas desaparecieron una vez empezó nuestro gran día. Es impresionante lo bien organizado que está el equipo y lo increíblemente atentos que están todos: desde Miquel y Olga hasta cualquier camarero o ayudante. Salió absolutamente todo perfecto y nuestros invitados quedaron fascinados con el lugar, no sólo por ser diferente a todas las bodas tradicionales, sinó también por el trato y la comida deliciosa. Les agradecemos de todo corazón que todo saliera perfecto ese día. Ahora mismo lo que más nos apetece es volver a DBlanc a celebrar otra boda, pero esta vez como invitados 😉