Nos casamos el 13 de julio y, casi 3 meses después, queríamos dejarles unas palabras, una vez digeridas tantas emociones y recuerdos inolvidables.

Somos una pareja de médicos venezolanos. Llegamos a España hace casi 5 años, primero a Oviedo, a estudiar para el MIR y luego a trabajar a Barcelona. Decidimos casarnos después de casi 10 años juntos. El equipo de DBlanc fue el primero en respondernos un email (de tantos que enviamos a distintos sitios) y, por tanto, el primero que fuimos a ver. No necesitamos mirar ninguno más. Éste era el sitio, porque como dice el dicho venezolano: «más vale pájaro en mano que cien volando».

Al vivir en Barcelona y tener una agenda un poco complicada, quedamos pocas veces, la verdad tampoco fuimos muy exigentes, lo que queríamos era disfrutar de ese día, como fuese que saliera, sin exigencias ni preocupaciones. Al principio tuvimos un poco de miedo en que esto pudiese influir en ese día, sobretodo porque cuando vienes de fuera, en las condiciones que nos ha tocado vivir en nuestro país, conseguir gente buena y que trabaje bien es una alegría. No sabes que esperar, no sabes a veces cómo explicar las cosas, aún siendo una cultura parecida, uno se siente como «pajarito en grama»!!

Querido equipo de DBlanc, estaremos eternamente agradecidos por su buen rollo, su buen trabajo, la energía que cada uno transmite, todo el empeño que demostraron el día de la boda para que todo saliera bien. Muchísimas gracias, fueron unos directores de orquesta increíbles, hicieron que todo saliera perfecto.

No pudimos haber imaginado para nosotros unas mejores palabras que las que dijo Olga en la ceremonia, el esfuerzo por entender «la hora loca», el detalle de estar pendientes de las personas mayores y una tanda de tequeños en la madrugada!!! Ufff y, como estas, muchas otras cosas, todas positivas. Gracias, mil veces gracias por «echarle pichón»!!!! La «pachanga» estuvo buena 🙂

Aún en nuestro «guayabo» por casarnos lejos de nuestro país y de muchas personas que queremos, hicieron que todo fuese mágico y que fluyera con tranquilidad, tanto como queríamos.
Gracias por ser el vivo ejemplo del buen trabajo y la buena energía, por dejar en alto su cultura y su tierra. Por recordarnos que gente buena hay en todos lados, en Venezuela, en España, en Cataluña… Gracias por hacernos sentir en casa, en su casa. Nos hicieron sentir como «pez en el agua» 🙂

Fue un placer para nosotros celebrar aquí nuestro matrimonio, todo salió como deseábamos, son un equipo muy «chévere», los invitados quedaron encantados y la buena energía que sentimos jamás la olvidaremos. Millones de gracias por todo.

Un abrazo,

Adriana & Rogelio