Cuando decides casarte te vienen un millón de dudas a la cabeza, pero el lugar donde celebrarla fue la más fácil de decidir.
Desde que llegamos a DBLANC fue amor a primera vista y Miguel, Olga y Cristina nos dieron la confianza y el buen rollo que queríamos para nuestro día.
Y así fue. Hicieron que todo saliese perfecto. Todas nuestras peticiones y nuestros deseos fueron concedidos con mucho cariño.
Y el equipo de cocina y de sala hicieron un trabajo maravilloso.
No hay palabras suficientes para agradecerles toda su atención y su cariño.
Gracias,gracias y un millón de gracias por hacer de ese día algo INOLVIDABLE.