Que bonitas son las casualidades, no me cansaré nunca de decirlo. Así llegamos a DBlanc, sin querer, por casualidad y no podía haber lugar mejor para celebrar nuestra boda. Ains que recuerdos, yo que no era muy de boda, me casaría mil veces más, nunca me imaginé tener una boda tan increíble, y el equipo de DBlanc lo hizo posible. Son todos tan estupendos, que el año que viene se casan unos amigos nuestros allí. La comida, el ambiente, la playa, pero sobre todo el equipazo de profesionales, Olga , Miquel , Ignaci, l@s camarer@s amables a más no poder, un millón de gracias por hacer realidad nuestro sueño. Me casaría un millón de veces más con Ivan el amor de mi vida y sin duda sería en DBlanc. Sois increíbles y siempre formaréis parte de uno de los días maaaaas felices de nuestra vida.