Mediterráneo, fiesta, celebración, DBlanc y felicidad

Caras de felicidad, lágrimas de alegría, miradas de entusiasmo, buen rollo generalizado, organización impecable. Así podríamos describir lo que vivimos la tarde/noche del 3 de agosto de 2018 en el día que nos dimos el Sí quiero con el Mediterráneo como testigo y Dblanc como nuestra gran terraza con vistas donde celebrar una fiesta. Porque esto es lo que consiguieron Olga, Miquel, Cristina y todo el fantástico y profesional equipo de Dblanc. Hacer la fiesta que siempre quisimos hacer, una extensión de las que siempre nos han gustado organizar en nuestro ático de Barcelona.
Desde que entramos por primera vez en DBlanc nos enamoramos del espacio, pero sobre todo nos dio tanta tranquilidad ver la profesionalidad y el trato humano de Olga y Miquel que pasó el tiempo y no nos ocupamos de nada más hasta que tuvimos que hacer la prueba de menú cuatro meses antes de la fiesta. Hasta entonces estábamos con una tranquilidad alarmante, pero la cosa no cambió a medida que se acercaba la fiesta. Son tan geniales y capaces que ellos mismos crean un camino que te van llevando sin sobresaltos y sin darte cuenta hasta el día D.
Qué decir del día de la boda… Estábamos tan tranquilos de nuestra elección, que 30 minutos antes de la ceremonia estábamos mirando con tranquilidad la llegada de invitados a través de la terraza del hotel de enfrente. Ya cuando llegamos, todo estaba súper controlado… Cristina y Miquel nos estaban esperando y justo cuando sonó el estribillo de la canción de Radio Futura, “Enamorado de la moda juvenil” se abrieron las puertas de la felicidad. A partir de entonces fue un cúmulo de emociones, de lágrimas de alegría. La celebración de la ceremonia por parte de Olga fue sublime… El único, pero fue que a partir de entonces empezó a correr el reloj y lo que fueron más de 8 horas de celebración pasaron en cuestión de minutos. No nos enteramos y ya nos estábamos despidiendo… Ahí se demuestra que todo salió más que a la perfección. No solo porque lo dijéramos nosotros, sino por las valoraciones de todos los invitados. Todos salieron más que maravillados, por la organización, por la simpatía de todo el staff de DBlanc, por la calidad de la comida, por la cantidad de la comida, por todos los detalles, incluso los más pequeños. Definitivamente, estamos felices de que DBlanc y todo el equipo hayan sido los encargados de escribir una parte fundamental en nuestra historia, porque os podemos asegurar que no es un sitio donde se celebren bodas y sea todo al por mayor y sin alma, sino es un sitio donde hacen feliz a la gente y cumplen sueños. Gracias por tanto Olga, Miquel, Cristina y todo el equipo de DBlanc.