Buscábamos algo diferente, en la playa y cuando ya íbamos a tirar la toalla nos encontramos una pareja muy agradable que nos transmitieron cercanía y familiaridad. En seguida supimos que ese iba a ser el lugar escogido y así fue. Nos casamos rodeados de nuestros allegados. Fue una boda diferente no solo porque hemos juntado dos culturas mediterráneas, catalana y libanesa sino porque el lugar ya lo hace diferente. El personal muy eficaz, todos nuestros invitados solo han sabido darnos buen feedback, y Ziad y yo sólo podemos agradecerlos porque nuestro día fuera mas maravilloso aún. Muchas gracias a Olga y Miguel y a todo el equipo DBlanc.